TRUCOS Y FORMAS DE INCORPORAR PROTEÍNAS EN EL DÍA A DÍA

Por Vanesa Goals

@vanesa.goals 

Muchas veces nos preguntamos si cubrimos nuestra ingesta de proteínas diarias. Pues entre otras cualidades, éste macronutriente ayuda a mantener y a fortalecer los huesos, los músculos, la piel, el pelo, etc, además de proporcionar mayor saciedad tras su ingesta.

Obtenemos proteínas de diversas fuentes como carne, pescado, huevos, tofu, legumbres, lácteos, entre otras. La elección de alimentos dependerá de tu estilo de alimentación. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando deseamos incluir, como se recomienda, proteínas en cada una de nuestras comidas principales del día? En algunas situaciones, nos enfrentamos a la monotonía de repetir los mismos alimentos, a la falta de tiempo para cocinar, o simplemente, a la falta de ganas de volver a consumir huevos en el desayuno por ejemplo.

En este punto, comparto una clave y sugiero el uso de proteína en polvo. Esto te dará una amplia variedad de sabores y texturas, evitando el aburrimiento y posibles deficiencias nutricionales. El consumo de proteína en polvo es seguro tanto para deportistas como para aquellos que no lo son. Incluso en personas de edad avanzada, los médicos recomiendan su consumo, ya que ante la pérdida de piezas dentales y cambios en el apetito, a menudo resulta difícil cubrir sus necesidades nutricionales. Dada la facilidad con la que se puede consumir, muchos optan por incorporarla para mantener un equilibrio nutricional adecuado con este macronutriente.

¿Cuándo y cómo debes consumirla? Te lo voy a explicar de manera sencilla. De todas las comidas que realices durante el día, elige incluir proteína en polvo en solo una de ellas, ya sea porque no te apetece un alimento específico o como un suplemento adicional en tu día, además de las comidas habituales. Puedes mezclarla con leche, bebidas vegetales, agua, yogures...

Como mencioné anteriormente, no es necesario hacer ejercicio para consumir proteína en polvo; de hecho, no es obligatorio tomarla inmediatamente después de entrenar. Después de hacer ejercicio, tu cuerpo necesita volver a un estado de tranquilidad en lugar de iniciar la digestión por la ingesta de alimentos o batidos. Aproximadamente una hora después del entrenamiento, si comienzas a sentir hambre, es el momento recomendado para alimentarte, adaptando la elección de alimentos a tus objetivos. Escucha a tu cuerpo y atiende a las sensaciones que te transmite constantemente.

Para concluir, es importante destacar la amplia variedad de proteínas en polvo disponibles en el mercado. En Beessential, ofrecen opciones específicas para dietas keto, veganas, entre otras, destacándose no solo por la calidad de la materia prima utilizada, sino también por el cuidado en cada etapa del proceso. Sus productos cuentan con certificaciones como NO GMO (no genéticamente modificado), sin gluten y sin conservantes artificiales.

Espero que esta información haya sido de interés. Soy Vanesa Goals, y si aún no has probado la proteína en polvo debido a la desconfianza o desconocimiento, te animo a hacerlo, especialmente si sientes que tu alimentación en ciertos momentos no cubre tus necesidades o se vuelve monótona.